lunes, 27 de noviembre de 2017

LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS OTRA ALTERNATIVA CONTRA LA INSEGURIDAD




Por Isaías Cruz Luna

Si formamos buenas personas,
tendremos buenos ciudadanos,
si tenemos buenos ciudadanos,
tendremos buenos gobernantes
y si tenemos buenos gobernantes
tendremos un país  en paz
y digno de grandeza.

                                                                                                           *Isaías Cruz Luna.


¿Porqué tenemos que hablar de la educación con valores de los hijos?, ¿Qué importancia tiene la educación en valores de los hijos para vivir en sana convivencia con respeto y con seguridad?. Son preguntas que intentaré responder atendiendo el valor que representa la buena educación para vivir en paz y contrarrestar la violencia y la inseguridad que padecemos.

Voy a partir con el análisis y propuesta, retomando las opiniones vertidas en el artículo denominado Policía: poder, corrupción y delincuencia III, fechado en 25 de noviembre del año en curso, por Alfredo Poblete Dolores, en la pagina de Gobernantes.com,  quien por cierto además de tener razón plantea una interrogante muy acertada, algo debemos hacer contra la inseguridad, pero hacerlo ya.    

PRIMERO.- Se refiere a un ex gobernante siniestro que además de tolerar el narcotráfico y la corrupción brindó protección a un pariente muy cercano para podrir aún más la manzana, el artículo se refiere: El “modelito” de Salinas, (contubernio entre crimen organizado/políticos poderosos) fue adoptado -sin temor a equivocarme- por más de tres ejecutivos federales subsecuentes a CSG (Carlos Salinas de Gortari), al igual que un titipuchal de gobernadores de los estados e infinidad de presidentes municipales de los tres principales partidos políticos (PRI, PAN, PRD).

SEGUNDO.- Se refiere a la clase política la que en cada proceso electoral promete seguridad, combatir el narcotráfico, servir con honestidad, transparentar los recursos y buscar el bien común y después a los ministerios públicos, hoy fiscales y  el poder judicial , estos últimos siempre dicen: todo conforme a la ley, lo transcribo: La clase política arrastró hacia su podredumbre  a muchos policías federales, estatales y municipales; ministerios públicos y procuradores de justicia; un sinnúmero de jueces y magistrados sucumbieron a las nefastas componendas; agregue usted a militares y marinos de alto rango retozando en el fango de la criminalidad.

TERCERO.- Él hace un señalamiento severo y cierto: La cuestión de la inseguridad y la criminalidad de altos vuelos no se reduce a un asunto de policías y ladrones. El asunto es complejo involucramiento de las más altas esferas de la vida pública -actuales y pasadas- en actos criminales e inmorales de distinta índole y concluye con una propuesta muy acertada a la cual le voy agregar otra alternativa para buscar vivir seguros: Se necesita talento, valentía y honestidad para tal propósito (enfrentar la inseguridad). 

Elija usted -con su voto- al candidato presidencial que tenga esos atributos. De no hacerlo, nos pasaremos otros seis años con el Jesús en la boca y se acumularán -en las macabras estadísticas- miles de muertos más.

Para enfrentar la inseguridad tenemos que cambiar malos hábitos, costumbres, tradiciones y la opción se llama educación en valores como bien lo señala el artículo 3 fracción II inciso c) de nuestra Constitución General, esta educación que impone el estado debe contribuir a la mejor convivencia humana, fortalece el aprecio y el respeto, la integridad de la familia, los ideales de fraternidad, véase que esta forma de educar se contrapone, confronta la cultura de violencia que padecemos y constituye una alternativa que está al alcance de padres de familia y maestros, no basta con criticar, señalar y exigir, sino de proponer. 

Es acertado exigir a las autoridades el combate a la inseguridad, pues el cargo fue legalmente protestado, cuando les preguntaron: Acepta cumplir con la Constitución General de la República, las leyes que de ella emanen y cumplir patrióticamente con el encargo conferido, todas dijeron: Sí protesto.

Nunca he escuchado que una sola autoridad o servidor publico diga: no, no protesto. Razón que nos faculta exigir que cumplan la obligación contraída.

Paralelamente, también es necesario pedir a los padres de familia que asuman un compromiso en la educación de sus hijos que contribuya a la mejor convivencia humana, que fortalezca el aprecio y el respeto, que integren a sus familias, que fomenten los ideales de fraternidad, una educación así reduce el número de delincuentes. 

El infractor, no nacen en la calle o en lugares públicos, se hacen en casa porque cualquier enseñanza buena o mala, licita o ilícita, empezó en casa o simplemente no la hubo. Los padres tienen obligaciones con sus hijos y no solo es darles de comer, vestirlos y mandarlos a la escuela, tienen que formarlos: hacerlos responsables de sus tareas y obligaciones, respetuosos con las personas mayores, con sus maestros y con los demás, por eso decimos que la educación se mama, se hace en casa, la escuela instruye, si los padres no cumplen con su obligación no esperen que alguien en la calle eduque a sus hijos, tampoco se quejen, señalen y critiquen si a esa inseguridad le han aportado un hijo delincuente. 

En esta tarea los maestros tienen que ajustarse a los lineamientos constitucionales, la educación no es sola forma, horarios, debe haber en los mentores amor a su trabajo, a lo que hacen, amor al prójimo.

En la tarea de enfrentar la inseguridad, además de ser responsable en la elección de quienes nos van a gobernar, tenemos que asumir retos en la educación de nuestros hijos. Si formamos niños  con valores y con sentido de responsabilidad, abrimos oportunidad al dialogo y al respeto, si practicamos el respeto volvemos al orden político y social, aseguramos el respeto a la vida y los derechos de los demás. Sin educación, ni respeto, no hay paz, habrá miedo al salir a la calle, temor de perder a los niños en la violencia y de perderlo todo sino actuamos ya con valor y responsabilidad en la educación y formación de los hijos.

La  educación como valor guía el buen comportamiento personal y debemos difundirla y practicarla en la familia, en la escuela y en la sociedad. En la Familia por ser el núcleo donde se educa, en la escuela como ejemplo de convivencia; y en la sociedad, como legado cultural de don Benito Juárez, quien dijo: “El respeto al derecho ajeno, es la paz”.  

Señores padres de familia hagan lo que les corresponde con su hijo, si a usted lo echaron a perder, no haga lo mismo con su hijo, edúquelo con amor, el gobierno no le va resolver los problemas con sus hijos. Todos dicen: qué país le voy a heredar a mi hijo, mejor digamos que hijos le voy a heredar a este precioso país que Dios creó para nosotros.

Podemos hacer de nuestra patria un lugar de oportunidades, próspero y seguro. Si promovemos y practicamos la buena educación en valores, formamos buenas personas, si formamos buenas personas tendremos buenos ciudadanos, si tenemos buenos ciudadanos, tendremos buenos gobernantes y si tenemos buenos gobernantes tendremos  un país  en paz y digno de grandeza. 

Se ve difícil….pero es posible.

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